Desde fines de la década de 1990, la policía estadounidense ha estado recorriendo los pasillos de las escuelas. Es así como quieren lidiar con comportamientos poco saludables de los alumnos. Pero varias organizaciones de justicia social quieren que esta norma llegue a su fin. Este año, la Coalición Police Free LAUSD lanzó una campaña para remover a la policía escolar de las 782 escuelas del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD).
Inicialmente, la policía se había integrado a las escuelas del LAUSD para reducir los frecuentes enfrentamientos entre miembros de diferentes grupos raciales.
El 90% de la población estudiantil del Distrito está compuesto por miembros de grupos minoritarios. El 74% son latinos y el 8%, afroamericanos.
Fuera de las escuelas, miembros de ambos grupos son el principal blanco de los ataques de la policía de Los Ángeles. Fue el temor por parte de ambos grupos de que la policía se infiltre en las escuelas, que se supone que constituyen “un espacio seguro para los estudiantes”, lo que llevó a que se pida su alejamiento de los establecimientos educativos.
Este año, la Coalición Police Free LAUSD publicó un informe titulado “De la criminalización a la educación: una visión comunitaria para escuelas seguras en LAUSD”. La información que proporciona el reporte se está utilizando para demandar del LAUSD que dedique los fondos actualmente invertidos en el Departamento de Policía Escolar de Los Ángeles (LASPD) al bienestar integral de todos los estudiantes.
Este informe contiene incisos que ejemplifican las demandas de la organización en favor de los estudiantes y sus comunidades. Una de ellas es la de “escuelas seguras que apoyen el logro académico general” de los alumnos. La organización exige que el distrito establezca clases capaces de enseñar las habilidades que son necesarias para la vida real, como por ejemplo la educación financiera y la enseñanza del presupuesto. El objetivo es que los estudiantes se sientan listos para la vida después de la escuela secundaria, así como para la “programación no académica de alta calidad”. Se trata de impartir la enseñanza del emprendimiento – la creación de un negocio – así como artes audiovisuales, activismo social y otras actividades. La inversión recomendada por el informe para que los directores de escuelas desarrollen estos cambios de común acuerdo con organizaciones comunitarias y otros asociados es de 651 millones de dólares por año.
Otro componente del informe es el principio de que “una escuela segura se asocia con los padres y la comunidad local y los apoya”. Exige que los programas y servicios escolares estén abiertos en horarios convenientes a los padres y las comunidades, y que los servicios y la información sean accesibles a todos y fácilmente comprensibles. La inversión recomendada para este inciso es de 20 millones de dólares por año, lo que servirá para que “entrenadores de clima escolar” vengan a los campus para fortalecer la seguridad escolar. Estos entrenadores son personas equipadas para ayudar a las escuelas a transformar su clima y eliminar los prejuicios raciales basados en la escuela. El objetivo es reinventar el tema de la seguridad de los estudiantes invirtiendo en ellos, en lugar de criminalizarlos.

Estudiantes se manifiestan fuera del edificio del LAUSD para exigir la remoción de la policía de sus escuelas. Cortesía: Students Deserve
RELACIÓN ENTRE LOS ESTUDIANTES Y EL LASPD
En 1950, el primer agente de policía se integró a un campus escolar en Flint, Michigan. El objetivo era ayudar a crear una mejor relación entre la policía y los jóvenes. Sin embargo, en años recientes, esa idea y esa posibilidad fueron rechazadas.
En 2015, un informe del Departamento de Educación encontró que 260,000 estudiantes habían sido remitidos a las fuerzas del orden. De ellos, 92,000 fueron arrestados en las escuelas durante el año escolar 2011-2012.
En 2018, investigadores de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA) descubrieron que 7.395 estudiantes en el condado de Los Ángeles habían sido referidos a los agentes de LASPD en la escuela. De ellos, 3.389 fueron arrestados. El 76% de ellos eran jóvenes de color.
POR QUÉ EL CAMBIO ES NECESARIO
El movimiento LAUSD sin Policía demanda retirar a todos los agentes de policía de las escuelas para proteger a los estudiantes. Joseph Williams, de 30 años y director de Students Deserve, cree que los agentes no deberían estar en los campus escolares a causa del trato que reciben los jóvenes de color. “Los estudiantes afroamericanos en LAUSD han sido criminalizados de manera desproporcionada, atacados de manera desproporcionada y arrestados de manera desproporcionada por el Departamento de Policía Escolar de Los Ángeles”, estableció Williams. Con 30 sucursales en todo el LAUSD, Students Deserve es una organización dirigida por jóvenes que trabaja para que el bienestar de los estudiantes afroamericanos sea tomado en cuenta en las escuelas. Su misión es hacer que el sistema escolar invierta en la vida y la educación de jóvenes afroamericanos, musulmanes, indocumentados, nativos americanos y queer.
Una de las razones para retirar a la policía de las escuelas del LAUSD es la salud mental de los estudiantes. “Los estudiantes deben ser considerados como humanos y no como criminales”, dijo Miguel Domínguez, Director de Educación y Política Juvenil de Community Coalition (CoCo). “Nos esforzamos por tener más Orange Success (merecido reconocimiento, logro y éxito), es decir, más consejeros de justicia restaurativa, más trabajadores sociales, y más consejeros psiquiátricos”.
Tanto Domínguez como Williams creen que si los estudiantes son considerados por lo que son y si los educadores entienden mejor sus antecedentes, habrá una mejor oportunidad de evitar su encarcelamiento y de prevenir que la etiqueta de “criminal” les cambie la vida. Domínguez utiliza el ejemplo de los jóvenes criados en barrios de alta criminalidad. Con la ayuda de consejeros, sus comportamientos pueden detectarse a tiempo y pueden recibir la ayuda apropiada, para reducir las peleas en las escuelas y la subsecuente intervención de la policía del campus.
“Podemos enfocarnos más en la prevención y en ofrecer servicios similares a jóvenes en crisis”, dice Domínguez.
“Como sabemos, muchos de nuestros estudiantes llegan ya afectados por la policía, por asesinatos y por la violencia”, dice Williams. “Luego ven que en sus escuelas los policías están allí para considerarlos como delincuentes, como algo que hay que alejar de la escuela para mantenerla a salvo. Y esto tiene un impacto psicológico negativo”.

Joseph Williams y un grupo de estudiantes de la organización Students Deserve exigen retirar a la policía de las escuelas. Cortesía de Students Deserve.
HISTORIA – LAS MARCHAS ESTUDIANTILES
DEL ESTE DE LOS ÁNGELES
La comunidad latina tiene una larga historia de interacción con la policía. Entre las más significativas están las Marchas del Este de Los Ángeles de 1968. En aquel entonces, los jóvenes estudiantes latinos luchaban por la igualdad de derechos educativos con los de sus compañeros de clase alta. Cuando las escuelas y el distrito escolar rechazaron sus demandas, decidieron organizar huelgas estudiantiles. La reacción fue enviar a la policía, en lugar de escucharlos. “Hay imágenes, videos y relatos históricos de los encuentros entre la policía y los estudiantes. Los jóvenes estudiantes fueron golpeados y encarcelados, y ha sido así desde entonces”, dijo Domínguez.
Hace unos años, Students Deserve logró que se prohibiera el uso de gas pimienta por parte de los policías en las escuelas del LAUSD, después de un incidente en la Escuela Secundaria Theodore Roosevelt donde un agente lo utilizó contra los estudiantes para disolver una pelea. En la pelea participaron algunos estudiantes afroamericanos, que constituían solo el 0,7% de la población estudiantil de la escuela. En cambio, los hispanos eran el 98,1%.
“Creo que todos los estudiantes estarán más seguros cuando invirtamos en los recursos que necesitan, en lugar de gastar en policías”, dijo Williams. “Un policía armado no puede ayudar a un niño con problemas de salud mental. No puede ayudar a los niños que sufren de un trastorno por abuso de sustancias debido al trauma que enfrentan en sus casas”.